Serguéi Prokófiev
Compositor
Serguéi Prokófiev, cuyo exhaustivo catálogo de obras incluye óperas, ballets, sinfonías y conciertos para solista, describió en su autobiografía cinco líneas básicas de su propia actividad compositiva: clásica, moderna, motórica (a la manera de una tocata), lírica y grotesca. Estas direcciones principales no hacen referencia a períodos cambiantes de su vida. Se trata más bien de que la oscilación entre estilos diversos, que afecta a todas las formas y géneros, constituye un rasgo esencial de toda la producción de Prokófiev.
Serguéi Prokófiev, nacido en 1891, estudió composición y piano cuando era ya un adolescente en el Conservatorio de San Petersburgo con, entre otros, Nikolái Rimski-Kórsakov, Anatoli Liádov y Alexandr Cherepnín. Tras el escandaloso estreno de su enormemente virtuosístico Segundo Concierto para piano en 1913 en Pavlovsk, fue elogiado por la vanguardia, mientras que los círculos conservadores vieron en él al «enfant terrible» de la música rusa. Tras la Revolución de Octubre, Prokófiev decidió abandonar Rusia. En Estados Unidos, donde vivió de septiembre de 1918 a febrero de 1922, puso las bases de su carrera mundial como compositor y como virtuoso. Tras un breve período que pasó en Ettal (Baviera), Prokófiev viajó a París en 1923. Alrededor de diez años más tarde empezó a alternar su residencia entre Francia y la Unión Soviética antes de que regresara a su país definitivamente: de manera voluntaria y sin necesidades materiales, por pura «nostalgia de Rusia», como explicó más tarde su hijo Sviátoslav. Los años de la guerra fueron para Prokófiev una época del máximo reconocimiento: distinciones, varios premios Stalin y numerosos estrenos consolidaron su posición como un artista soviético de gran mérito. En febrero de 1948, sin embargo, sería acusado, al igual que muchos otros colegas soviéticos, de «tendencias formalistas y cosmopolitas nocivas», debido fundamentalmente a que sus obras estaban interpretándose en Occidente en los primeros años de la Guerra Fría. En esta época, Prokófiev vivió en su casa de campo en Nikolina Gora, cerca de Moscú. Murió el 5 de marzo de 1953, el mismo día que Iósif Stalin.
