Josef Suk
CompositorAl igual que sus colegas Leoš Janáček, Vítězslav Novák y Bohuslav Martinů, Josef Suk se mantuvo siempre conectado con los fundadores de la música nacional checa: Bedřich Smetana, Antonín Dvořák y Zdeněk Fibich. Sin embargo, el compositor desarrolló un idioma propio sobre la base del lenguaje tonal tradicional, que lo convirtió muy pronto en el compositor checo más importante de los albores de la modernidad.
Josef Suk componía ya de niño: a los ocho años, dotado de un enorme talento musical, recibió sus primeras clases de violín y a los once fue admitido en el Conservatorio de Praga. En su último año académico, 1891/92, Suk asistió a la recién creada clase de composición de Antonín Dvořák, que reconoció de inmediato el excepcional talento del que se convertiría enseguida en su alumno predilecto y lo apoyó decididamente. En 1892, Suk fundó con sus compañeros Karel Hoffmann, Oskar Nedbal y Otto Berger (que fue sustituido tras su prematura muerte por Hanuš Wihan) el Cuarteto Checo, que se haría mundialmente famoso y con el que tocó como segundo violín más de cuatro mil conciertos en veinte países europeos. Las obras de Suk, que pensaba de manera orquestal y compuso principalmente obras instrumentales, pasaron a ser publicadas, por recomendación de Johannes Brahms, por Simrock, la famosa editorial berlinesa. Dos años después, Suk contrajo matrimonio con Otylka, la hija de Dvořák. Siguieron graves reveses del destino con las muertes de su maestro en 1904 y de su mujer en 1905, tras lo cual Suk compuso en memoria de ambos su Sinfonía «Asrael». En 1922, Josef Suk fue nombrado catedrático de Composición de la clase magistral en el Conservatorio de Praga y entre sus discípulos se encuentran, entre otros, Bohuslav Martinů y Jaroslav Ježek. Aun siendo violinista, Suk compuso poca música para violín, pero sí un gran número de piezas para piano. Además de la Sinfonía «Asrael», entre las principales obras de Suk figura el tríptico sinfónico integrado por [Pohádka léta] (Un cuento de verano), [Zrání] (Maduración) y [Epilog] (Epílogo): tres poemas sinfónicos en los que el compositor incorporó su visión de la vida, centrada en el misticismo de la naturaleza y del amor.