Nikolái Rimski-Kórsakov
Compositor
Nikolái Rimski-Kórsakov compuso música coral, de cámara, para piano y canciones, así como sinfonías y muchas otras obras orquestales. Preparó además versiones interpretables de las óperas [Príncipe Ígor] (Borodin) y [Borís Godunov] y [Jovánschina] (Músorgski), salvando con ello obras maestras incompletas de un olvido de décadas o quizás, incluso, definitivo. Él mismo compuso no menos de quince obras escénicas, realizando la que es probablemente la más extensa contribución de un compositor ruso al género operístico.
Originalmente, Nikolái Rimski-Kórsakov ─al igual que su hermano mayor─ estaba llamado a ser un oficial de marina: a los doce años comenzó su formación militar en la Escuela de Cadetes de Petersburgo, que soportó con poco entusiasmo. Su auténtico amor era la música, motivo por el cual perfeccionó su ejecución pianística durante su formación militar y asistió regularmente a representaciones de ópera. A partir de 1860, Rimski-Kórsakov recibió clases del pianista Fiódor Andreievich Kanille, que despertó su interés por las Sonatas de Beethoven antes de que se convirtiera en alumno de Mili Balákirev. Gracias a él, Rimski-Kórsakov conoció a César Cui y a Modest Músorgski, dos de los cinco “novadores” que querían crear una música nacional rusa. Tras finalizar con éxito la formación teórica de cadete, el joven músico emprendió una obligatoria circunnavegación del mundo durante dos años, que Rimski-Kórsakov concluyó, sin embargo, sin ningún entusiasmo. A partir de 1865 retomó sus estudios con Balákirev. El estreno de su Primera Sinfonía fue celebrado en el círculo de los compositores petersburgueses como el momento del nacimiento de un sinfonismo genuinamente ruso. Tras el éxito de su poema sinfónico [Sadko], Rimski-Kórsakov ocupó una cátedra en el Conservatorio de San Petersburgo, donde tuvo como alumnos a Glazunov, Respighi, Prokófiev y Stravinsky, entre otros. Después de ver [El anillo del nibelungo] de Wagner en el Teatro Mariinski en 1889, el compositor volvió a dedicarse intensamente al género operístico, creando obras maestras como [La novia del zar], [La leyenda del zar Saltán], [La leyenda de la ciudad invisible de Kítezh] y [El gallo de oro]. Actualmente, en las salas de concierto, el poema sinfónico de Rimski-Kórsakov [Sheherazade], basado en los cuentos de [Las mil y una noches], disfruta de una especial popularidad.
