Hans Werner Henze
CompositorHans Werner Henze, cuya infancia y juventud se vieron ensombrecidas por el nacionalsocialismo y las experiencias bélicas, se convirtió en los años de la posguerra en uno de los compositores contemporáneos más renombrados y más interpretados.
Hans Werner Henze nació en 1926 en Gütersloh. Su padre era un profesor entusiasmado con el nacionalsocialismo, no obstante lo cual él fue un antifascista declarado. Fue llamado a filas para cumplir el servicio militar a los dieciocho años y en 1945 fue hecho prisionero por los británicos. Después de la guerra estudió composición con Wolfgang Fortner en Heidelberg. Sus obras disfrutaron de éxito ya desde el principio: tras el estreno de su [Concierto de cámara] en 1946, Henze recibió un contrato de la prestigiosa editorial Schott. En 1953, el compositor se trasladó a vivir a Italia, donde encontró un segundo hogar lejos de los conflictos en el seno de la vanguardia musical, así como la libertad creativa que necesitaba para su trabajo. A pesar de varios fracasos –el estreno de sus [Nachtstücke und Arien] (Nocturnos y arias) para soprano y gran orquesta provocó un tremendo escándalo en Donaueschingen en 1957–, Henze continuó persiguiendo sus ideales estéticos de modo imperturbable. Tras la publicación de las obras escénicas [El idiota, Elegía para jóvenes amantes, El joven Lord] y [Las basárides] fue considerado finalmente el compositor más importante del teatro musical contemporáneo. Tras una crisis fundamental a mediados de los años sesenta, tomó partido una y otra vez ante las cuestiones políticas de su tiempo y viajó a la Cuba comunista. Con [Wir erreichen den Fluss – We come to the river] (Llegamos hasta el río) creó una conmovedora ópera antibélica, que se estrenó en Londres en 1976. Cuando la Semperoper de Dresde inauguró su temporada en septiembre de 2012 con esta obra angustiosa sobre la culpa y la responsabilidad, Henze fue ya aclamado con entusiasmo por el público antes de la representación. Con su muerte –falleció el 27 de octubre de 2012 a la edad de ochenta y seis años en Dresde–, el mundo de la música perdió a uno de sus compositores más versátiles e influyentes.