Yevgueni Kissin
Piano
Un talento excepcional: ya a los dos años Yevgueni Kissin empezó a tocar de oído y a improvisar piezas al piano. A los diez ofreció su debut concertístico con el Concierto para piano KV 466 de Mozart – y tan solo un año después llegaría su primer recital en solitario. En 1988 Herbert von Karajan invitó al pianista a tocar para él. Con diecisiete años, Kissin impresionó tanto a Karajan que, en su condición entonces de Director Titular en ejercicio lo contrató espontáneamente para el Concierto de Nochevieja de los Berliner Philharmoniker y para su repetición en el Festival de Pascua de Salzburgo.
La responsable de la formación de Kissin en la Escuela Gnessin de Moscú fue Anna Pavlovna Kantor, que acabaría siendo su única profesora. El joven pianista llamó por primera vez la atención internacional con su interpretación de los dos Conciertos para piano de Chopin junto a Dmitri Kitayenko en marzo de 1984 en el Conservatorio de Moscú. La grabación del concierto se publicó poco después en forma de doble elepé. En 1985 llegaron sus primeras actuaciones en otros países europeos, tras las cuales se presentó en una gira por Japón. En 1987 brilló en las Berliner Festwochen con su perfección técnica y su reflexiva manera de tocar, que combina intensidad y sensibilidad. Su debut estadounidense con la Orquesta Filarmónica de Nueva York bajo la dirección de Zubin Mehta en el otoño de 1990 se vio seguido pocos días después de un triunfal recital de piano en el Carnegie Hall. El año siguiente Kissin volvió a tocar con los Berliner Philharmoniker, en este caso junto a Claudio Abbado. La orquesta sigue considerándolo hasta hoy como un destacado colaborador artístico y como uno de los más grandes músicos dentro de su campo.
