Lorin Maazel
Director
Lorin Maazel comenzó siendo un niño prodigio de la música: a los cinco años recibió sus primeras clases de violín, dos años más tarde empezó a tocar el piano y aprendió los fundamentos de la dirección de orquesta con Wladimir Bakaleinikoff en Pittsburgh. A los ocho años ocupó por primera vez el podio de una orquesta estudiantil y se convirtió, bautizado como el «Pequeño Maazel», en una atracción nacional: incluso Arturo Toscanini lo invitó a dirigir dos conciertos de la Orquesta Sinfónica de la NBC. Maazel debutó el 8 de enero de 1959, a los veintinueve años, con los Berliner Philharmoniker y pasó a convertirse de inmediato en un invitado regular de la orquesta.
Lorin Maazel fue considerado una de las mayores estrellas de la dirección de su tiempo. Su fulminante carrera como director comenzó en los años sesenta, en los que estuvo también al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín (actualmente la Deutsches Symphonie-Orchester) y ocupó el puesto de Director Artístico de la Deutsche Oper de Berlín. Otras etapas importantes como director titular en la carrera de este artista nacido en Francia en 1930 de padres ruso-estadounidenses fueron como Director Musical de la Orquesta de Cleveland, en la Ópera Estatal de Viena, en la Orquesta Sinfónica de Pittsburgh, en la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera y en la Orquesta Filarmónica de Nueva York, a la que dirigió durante siete años a partir de la temporada 2002/03. En el otoño de 2006, Maazel, un artista también muy valorado como violinista y como compositor, fue nombrado Director Musical del nuevo teatro de ópera de Valencia, el Palau de les Arts. Fue además Director Artístico del Festival de Castleton, que él mismo fundó, y Director Titular de la Filarmónica de Múnich, un puesto al que tuvo que renunciar, sin embargo, por motivos de salud a mediados de junio de 2014, el mismo año en que también falleció. Muy solicitado como director invitado en los más importantes teatros de ópera y salas de concierto, así como en los más famosos festivales por todo el mundo, Maazel mantuvo prolongadas colaboraciones artísticas con las orquestas más destacadas de todo el mundo. Fue Miembro de Honor de la Orquesta Filarmónica de Israel y de la Filarmónica de Viena, mientras que los Berliner Philharmoniker le concedieron en 2000 la Medalla Hans von Bülow.
