Würth asume la responsabilidad
Para el Grupo Würth y la Fundación Würth, asumir responsabilidad significa proteger los fundamentos de la vida para las generaciones presentes y futuras. Con su compromiso sin precedentes con el arte y la cultura, las cuestiones sociales y la educación, la enseñanza y la investigación, la integración y el deporte en sus propios proyectos, así como en proyectos de cooperación, tanto el Consorcio como la Fundación Würth, llevan comprometidos desde hace décadas, nacional e internacionalmente, en aras del bien común y de una sociedad sostenible.
El Grupo Würth es el líder del mercado mundial en el desarrollo de la fabricación y distribución de material de montaje y fijación. La Fundación Würth fue fundada en 1987 por el Prof. Dr. h. c. mult. Reinhold Würth y Carmen Würth. Es una fundación sometida al Derecho Civil con sede en Künzelsau y que persigue objetivos de utilidad pública y benéficos.
El Prof. Dr. h. c. Reinhold Würth, Presidente del Consejo Supervisor del Grupo Würth, en conversación con Olaf Maninger, solista de violonchelo y director de medios de los Berliner Philharmoniker, así como Director Gerente de Berlin Phil Media GmbH
O. M.: Sr. Prof. Würth, ¿cuándo y cómo se despertó su pasión por la música?
Prof. R. W.: Siendo un niño, cuando tenía alrededor de seis años, me dejaron acompañar a mis padres en un largo viaje de negocios a Viena, con todas sus atracciones turísticas. Estaba nevada. Además de visitar el Palacio de Schönbrunn y otros monumentos culturales, en el programa figuraba también una visita a la Ópera. Es posible que estos primeros encuentros e impresiones tan intensas, llenas de música e imágenes, despertaran en mí una pasión generalizada por la música clásica y el arte. Más tarde – con mi propia familia – , la asistencia regular a conciertos y óperas, así como la visita a muchos museos por todo el mundo, se convirtieron en una parte absolutamente natural del programa de nuestros viajes. Y especialmente mi querida esposa ha sido y es una gran amante de la música romántica y clásica. Aún sigue cantando regularmente en un coro hasta el día de hoy.
O. M.: En una entrevista sobre artes visuales del año 2021, usted afirmó: «El arte expresa mucho. Estimula las ideas». ¿Resulta comparable su relación con la música?
Prof. R. W.: Tengo una gran afición por el arte, la literatura, la arquitectura y la música. Esta última es realmente para mí la más sublime de las artes y me procura un placer especial. Si puedo irme a casa con una melodía en el oído después de un hermoso concierto, ese es para mí un día especialmente hermoso.
O. M.: Su colección de arte comprende alrededor de veinte mil obras, con un total de quince museos y galerías de arte. Ha creado su propia formación orquestal con los Würth Philharmoniker. Ahora va a patrocinar el Digital Concert Hall de los Berliner Philharmoniker. ¿Qué papel desempeña en su vida el fomento del arte y de la cultura?
Prof. R. W.: ¡La propiedad obliga! Por un lado, me da a mí y a mi empresa la posibilidad de asumir una responsabilidad social y de devolver algo a las personas. En nuestros quince museos y galerías de arte en Europa, la entrada es gratuita y a todas las ciudadanas y ciudadanos interesados por el arte se les da cordialmente la bienvenida. En nuestros conciertos las entradas se agotan y hay una larga lista de abonadas y abonados, y después de casi ocho años, no cabe imaginar que no existan los Würth Philharmoniker en la región de Hohenlohe, en Baden-Württemberg. El público procede de un entorno de entre 150 y 200 kilómetros, y combina a menudo la música con el arte y los placeres culinarios, y viceversa. Estoy encantado de haber podido hacer una contribución semejante al paisaje cultural del sur de Alemania. Veo la promoción del Digital Concert Hall en un contexto semejante: al permitir que los conciertos puedan seguirse en cualesquiera lugares, aparte de las salas de concierto, se llega directamente a muchas más personas, que pueden escuchar de este modo una música maravillosa.
O. M.: El compromiso social con un vibrante paisaje cultural es para usted una preocupación esencial: la alta cultura se encuentra en el centro de todo ello. ¿Hasta qué punto enriquece la cultura nuestra sociedad?
Prof. R. W.: La educación y la cultura son las piedras angulares de una sociedad que funciona y se mantienen como piedras miliares esenciales de nuestra democracia.
O. M.: ¿Es el papel de principal responsable de una empresa de éxito comparable de alguna manera al de un director de orquesta?
Prof. R. W.: (se ríe) De hecho, antes me imaginaba a mí mismo una y otra vez al frente de una gran orquesta filarmónica. A menudo me fascina hasta qué punto las voces y los instrumentos de una orquesta más diferentes pueden fundirse en un cuerpo sonoro armónico bajo la batuta de su director. En toda empresa de éxito, se consigue exactamente la misma armonía cuando todos persiguen el mismo objetivo y tocan juntos. Puedo imaginarme que muchos jefes piensan del mismo modo.
O. M.: Usted habla constantemente de lo empresarial en el ámbito artístico y de lo artístico en el empresariado. ¿Cómo se conectan para usted ambos mundos?
Prof. R. W.: Me gusta defender lo que afirmó en cierta ocasión nuestro antiguo Canciller Federal Ludwig Erhard: «La economía no lo es todo, pero sin economía todo es nada». Ambos ámbitos, la cultura y la economía, se necesitan mutuamente. Me alegro de que mi empresa pueda contribuir al crecimiento económico, así como al arte y a la cultura.
O. M.: Usted habla siempre de agradecimiento. ¡Ahora nos corresponde a nosotros darle a usted las gracias!