Johannes Brahms
Compositor
Difícilmente habría podido imaginarse que Johannes Brahms, nacido en Hamburgo en una familia pequeñoburguesa, hijo de un músico que tocaba fundamentalmente en locales de danza, acabaría convirtiéndose en uno de los compositores más valorados. Inicialmente, Brahms mostró talento como pianista y como creador de obras para piano. El violinista Joseph Joachim hizo de intermediario de cara a su encuentro con Robert Schumann, que predijo en un artículo un gran futuro para el joven de veinte años.
Los que se autocalificaban de músicos del futuro en torno a Richard Wagner lo verían, sin embargo, más tarde como un hombre del pasado. Brahms prosiguió con el redescubrimiento romántico de Bach y Händel y amplió la perspectiva con su estudio de compositores aún más antiguos. Con ello logró una síntesis única de su inconfundible idioma posromántico con aspectos del lenguaje musical clásico y barroco. [Un réquiem alemán] conoció un éxito enorme y en años posteriores el compositor pudo vivir en su patria adoptiva de Viena libre de preocupaciones gracias a la venta de sus partituras y a sus apariciones como pianista y director. Johannes Brahms colaboró en varias ocasiones con la Filarmónica de Berlín como intérprete de sus propias obras. Los directores Hans von Bülow y Wilhelm Furtwängler se sintieron fuertemente comprometidos con el compositor y contribuyeron con ello a que desapareciera la escisión entre los seguidores de Brahms y de Wagner. También Herbert von Karajan, Claudio Abbado y Sir Simon Rattle se dedicaron de manera intensiva a las obras orquestales de Brahms.
