Claude Debussy
CompositorClaude Debussy, probablemente el compositor más importante del modernismo francés, encontró sólo relativamente tarde su personal lenguaje sonoro. Aunque sobresalió muy pronto como un pianista dotado y obtuvo ya al comienzo de su carrera como compositor el renombrado Prix de Rome, el poema sinfónico [Preludio a la siesta de un fauno], completado a la edad de treinta años, se tiene por su primera obra maestra. El complicado camino hasta conseguir un idioma propio guardó relación con las aspiraciones que se autoimpuso: Debussy se fijó como objetivo una forma de expresión genuinamente francesa que no estuviera vinculada directamente ni al romanticismo de su país ni a la traducción germano-austríaca.
Debussy reunió una inusual galería de modelos: prefirió la elegancia de Mozart a la retórica representativa de Beethoven, el refinamiento del Barroco francés a la monumentalidad de Berlioz, y la expresión académicamente no sofisticada de Músorgski a la teatralidad de Wagner. Acusó además la inspiración de Erik Satie, de la música gavanesa para gamelán, que conoció en la Exposición Universal de París, y, más tarde, también del jazz estadounidense. La renuncia a desarrollos formales inmediatamente reconocibles para favorecer el estado de ánimo de un momento concreto dio lugar a que Debussy fuera caracterizado como «impresionista»: sin embargo, él mismo rechazó este concepto para su música. El tratamiento del lenguaje en sus obras vocales, para las que el compositor se valió de la poesía francesa más relevante, fue revolucionario. Igualmente influyentes fueron sus descubrimientos de técnicas de interpretación y de timbres en sus piezas para piano. Entre sus escasas obras para gran orquesta destaca el poema sinfónico [La Mer], que el director titular Kirill Petrenko situó en el programa de los Berliner Philharmoniker para la temporada 2022/23. Muchas de las obras de Debussy se quedaron en estado fragmentario: así, de una serie de proyectos operísticos, sólo pudo completar la música para el drama [Pelléas et Mélisande] de Maeterlinck. Claude Debussy no dejó de ser nunca un buscador, pero también como un maestro de su arte.