Sofiya Gubaidúlina
Compositora
En las obras de Sofiya Gubaidúlina pueden encontrarse prácticamente todos los procedimientos estilísticos disponibles en los siglos XX y XXI: centelleantes cascadas de sonidos, superficies movedizas, redes juguetonas de notas, pero también sencillos movimientos de escalas y citas musicales. «Considero que es un ideal», afirma la compositora, «una relación de este tipo con la tradición y con los nuevos medios compositivos, en la que el artista domina todos los medios –tanto nuevos como tradicionales–, pero como si no prestara atención ni a unos ni a otros».
Sofiya Gubaidúlina es una Gran Dama de la música contemporánea, que ha sido honrada con numerosas distinciones internacionales, entre otras con el Premio del Estado Ruso y con el premio artístico con la mayor dotación económica de todo el mundo, el Praemium Imperiale japonés. Nacida en 1931 en Chístopol, en la antigua Unión Soviética, estudió piano y composición en el Conservatorio de la capital tártara de Kazán. Posteriormente se trasladó al Conservatorio de Moscú, a la clase de composición de Nikolái Peiko, quien, como antiguo alumno de Nikolái Miaskovski, era asistente de Dmitri Shostakóvich. Peiko aconsejó a la compositora, que llevaba trabajando como artista independiente desde 1963, que siguiera su «propio camino equivocado», con lo cual no estaba refiriéndose a otra cosa que a mantenerse apartada de la doctrina oficial del realismo socialista, lo cual tuvo consecuencias: en 1979, tras el sexto Congreso de Toda la Unión, la compositora fue incluida en la lista negra de las personas indeseables, de resultas de lo cual se prohibió la interpretación de sus obras. Vivió durante muchos años en condiciones extremadamente difíciles en Moscú, ganándose la vida más mal que bien componiendo música para largometrajes y películas de dibujos animados. En 1986 se le permitió viajar al extranjero, a Occidente, donde su música –especialmente gracias a los denodados esfuerzos de Gidon Kremer– causó sensación: compuso en rápida sucesión un gran número de obras de encargo para solistas de fama mundial, destacadas orquestas internacionales e importantes instituciones. Lo más característico de la música de Gubaidúlina, que vive desde 1992 en Appen, cerca de Hamburgo, es una intensa exploración de la ideología mística y el simbolismo cristiano.
