Herbert von Karajan
Director Titular 1956–1989Dentro del fascinante concepto artístico de Herbert von Karajan figuraba el deseo de combinar la voluntad expresiva de Wilhelm Furtwängler con la estricta objetividad de Arturo Toscanini. Y el perfil estilístico del director también parecía consistir, desde otro punto de vista, en el equilibrio entre contrastes: entre el ostentoso despliegue sonoro y la transparencia, entre la belleza del sonido y la articulación precisa. Con tanta fuerza se refirió Karajan a modelos y tendencias existentes y tan singular fue él al mismo tiempo como un fenómeno dentro del mundo de la música del siglo XX.
La opinión de Adorno, según el cual el director fue un «genio del milagro económico», resulta, en más de un sentido, inesquivable: esto halló reflejo, por ejemplo, en la riqueza del ciudadano privado exhibida con plena conciencia de estar haciéndolo, en los millones de grabaciones vendidas y en la activa contribución al desarrollo de técnica de grabación. La omnipresencia en los medios se contraponía, sin embargo, a una humilde actitud hacia las obras maestras de la música y a su formación absolutamente rocosa como director en los comienzos de su carrera en los teatros de ópera de Ulm y Aquisgrán. Aunque Karajan se sentía especialmente atraído por Beethoven, Richard Strauss y Richard Wagner, su versatilidad como director de ópera y de conciertos era verdaderamente impresionante. Por ejemplo, sus grabaciones de obras centrales del modernismo francés y de la Segunda Escuela de Viena siguen siendo consideradas hasta el día de hoy como un fiel reflejo de la talla de los originales. Entre los éxitos sin precedentes de Karajan como Director Titular de la Filarmónica de Berlín figuraron la fundación del Festival de Pascua de Salzburgo, así como, fundamentalmente, la inauguración del edificio de la Philharmonie de Hans Scharoun, que se ajustó con precisión a cómo la había imaginado el director. Por otro lado, en los últimos años de la vida de Karajan empezaron a acumularse los conflictos, hasta tal punto que pocos meses antes de su muerte rescindió su contrato con la orquesta. Sin embargo, la alianza durante más de treinta años de la Filarmónica de Berlín con Herbert von Karajan representa una época inusualmente productiva en la historia de la interpretación musical que ha tenido un efecto perdurable hasta el día de hoy.