Simon Rattle dirige las Sinfonías núms. 4 y 7 de Beethoven
La Cuarta Sinfonía de Beethoven causó a Robert Schumann la impresión de ser una «delgada muchacha griega entre dos gigantes del norte». No obstante, esta muchacha es cualquier cosa menos inocente y muestra una y otra vez un humor mordaz. Este crece aún más en el impulso casi maníaco de la Séptima Sinfonía. La obra está surcada además al mismo tiempo por un dejo melancólico, que se abre paso sin trabas, con su avance sombrío, en el famoso Allegretto.
Berliner Philharmoniker
Sir Simon Rattle
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